Quiero
escribir un poema al amor pero en sí, ya es un poema mencionarlo. En el camino
he intentado representarlo. Ubicarlo en composición homogénea, sin
embargo, es imposible hacerlo. Vi tantas formas candidatas, pero ninguna
era la exacta y a su vez todas eran perfectas. Sentí, no solo las chispas
y los fuegos artificiales de los cuentos de hadas. Fue capaz de trascender
en el tiempo y cambiar.
Hoy no es él mismo. Su
alma y contexto se transformó. Tal cual los seres humanos, caminamos por
diferentes etapas. Él se llenó de múltiples atuendos que representan
a cada porción del sentimiento repartido en los compañeros de mi trayectoria, adoptando
su aspecto y evolucionando con ellos.
No creo en la fantasía
del vivir felices por siempre, carente de nuevos retos y pruebas que van
templando la fuerza y la solidez del lazo. Eso es banal y aburrido. Como
aquel rostro y escultura perfectos codiciados por las multitudes, que a la
larga, me aburrirían ver la misma estampa todos los días. Tendría que
pedirle sacar la lengua para cambiarla por un momento.
Digo… no pretendo
encontrar al no error de Dios, pero sí la perfección enormemente
imperfecta. La cual puede alegrar la vida con un sin fin de
aventuras. No en el Río Amazonas, ni mucho menos en el desierto del
Sahara, sino en pequeños momentos agradables, cotidianos y hasta
insignificantes para los demás, con los que se pueda construir la unión.
Tal vez preciso a un ser
de acción, seguro de sí mismo, soñador y que se pueda procurar. Con la
templanza, la honestidad y el valor de ser sincero, aun cuando las acciones
hieran a quien las recibe. Pero no con el placer del psicópata, sino con
la sabiduría y la fe de que los hombres puedes cambiar.
Cimentar un “siempre
felices” porque ambos paseamos hacia un mismo punto. Por amor, un amor de
desafíos y pruebas superadas, de valor, respeto, un amor entre personas, que
viven como personas y se ven como personas. En esa premisa donde el amor
funda sus bases para crecer. Nunca ideales, solo cosas reales.
Alguien palpable que no
desaparezca de mis manos cuando el tiempo de descubrirse llegue. No quiero
enamorarme de figuras de oropel. Prefiero la calidad humana. El amor, es un regalo envuelto en piel
humana, lleno de exquisiteces llamadas defectos…
Nancy BlueAngl
Nancy BlueAngl
No hay comentarios.:
Publicar un comentario