martes, 17 de mayo de 2016

Veneno de ojos esmeralda



Tomé entre mis manos
las horas heridas y sangrantes
Busqué el infierno
donde la tortura borrara el dolor.

Construí una muralla
entre la realidad y mis fantasías,
Decidí vivir con pequeños cuentos
y sonetos cargados de mentiras.

Caí o me recosté sobre las baldosas
del iceberg de una mirada.
Arranque trozos de mi piel
para alimentar tus pirañas

Miré con idolatría
esos ojos esmeralda
Me atraganté
con sueños llenos de melancolía.

Lloré por horas, sobre las arenas
donde cree mi mar.
Ardí en el vacío
bajo los rayos del sol y la indiferencia

Suturé mis heridas
con el veneno de criaturas y alimañas
Abrí mi alma
a la tempestad de arena que me revolcaba.