Dirigía mi
mirada hacia el infinito
buscando sin
buscar en la nada
ocultándome en
mis fantasías.
Las ilusiones
no significaban que fuese osada.
Amante nula de
las oportunidades
un cantante y
letras ante el micrófono,
la huella más perpetua
sobre la arena.
Al contemplarte
me convertí en suicida ante el abismo.
Fueron dos
pozos esmeraldas
los motivos de
suspiros vendavales,
el desfogue de
sustancias y alquimia
el big bang, la
avanzada de militares.
¡Basta de
cacerías!
Perdida en el
fuego de tu mano
ardiendo
enteramente sobre tu mejilla
llenado con tu
alma, mi pasado.
Dulce veneno
enterrado en mi sangre.
Cálculo perfecto
de mi elipse
droga y perfume
enervante
sueño, gloria y
lo sublime
Dime cuantas
palabras, de tu vocabulario,
ordenaste para
tirar tu hechizo.
Esos besos,
narcóticos de sal caliente
Esos dedos,
puñales suaves asesinándome la piel.
Soy presa,
esclava, devota y fiel a ti
trenzaste tu
maraña de perfecciones
Alrededor de mi
cuerpo desnudo.
Me entregaste
al cielo
robaste mi aire
suavemente.
Tu voz, tan
perfecta a mis oídos,
tu sonrisa
encuadra tan bien en tu mirada,
tu amor, este
amor, mi sentimiento preferido.
Anhelo verte
reflejado en mis pupilas,
derretirme en
tus llamas.
Soy y no soy…
soy tú, soy yo,
somos ambos seres.
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